ROMÁNICO
VIAJES
Todos los patrones conceptuales de fertilidad y renacimiento de la vida se repiten iconográficamente en los albores de la civilización egipcia con la cultura Nagada, donde se reproducen de nuevo una serie de figurillas femeninas, cuyas áreas corporales relacionadas con la fertilidad, están suficientemente enfatizadas como para no dudar en su interpretación. Cabe matizar que el hallazgo, producido sobre todo en tumbas, puede estar también relacionado con el concepto de resurrección o nacimiento a una nueva vida, y estas pequeñas imágenes actuarían, en realidad, como verdaderos amuletos o talismanes capaces de garantizar la continuidad vital del difunto. Con el paso del tiempo, el tránsito “vida-muerte-vida” fue constituyéndose como eje central de la cultura y religión egipcia, y estos y otros muchos amuletos siguieron incluyéndose entre los vendajes de las momias en gran cantidad y variedad.
Figurillas femeninas del Período Predinástico Nagada I (3800 a. C.), talladas en huesos de entre 10 y 12 centímetros de altura. Posiblemente se trate de figurillas-amuleto para garantizar a sus poseedores la fertilidad y el renacimiento en el Occidente. Museo Británico. Londres.
Hasta ahora no es fácil encontrar indicios de la existencia de una determinada moral con respecto al sexo, y no digamos ya una reglamentación, a todas luces imposible teniendo en cuenta que la escritura no existía para nadie, sin que por ello queramos decir que el documento impreso, no importa el soporte, no sea más que una circunstancia documental de interés, no una condición necesaria. Por otra parte, una regulación sobre esta materia en las primeras sociedades tribales sería completamente innecesaria, habida cuenta del tipo de vida que éstas llevaban, completamente natural, es decir, adaptada a sus necesidades naturales y biológicas con respecto al medio.
Figurilla femenina del Período Predinástico; Nagada I (3800 a. C.), tallada en hueso. Museo Británico. Londres.
En Egipto la cosa empieza a cambiar. Los distintos grupos étnicos, empujados por razones climáticas hacia las orillas del Nilo, -lo que provoca una enorme mejora de las condiciones vitales-, comienzan a formar sociedades más amplias y por lo tanto, y para evitar conflictos, más necesitadas de establecer reglas, no solo sociales sino también religiosas que, de paso, muestren a los dioses un reconocimiento sumiso a su poder para tenerlos siempre a favor.
Dentro de la variedad de versiones sobre el origen del mundo en la cultura egipcia, habría que consignar, a grandes rasgos, la presencia inicial de la Ogdoada Hermopolitana (Hemenu-Sesenu: “Los padres y madres que crearon la luz”), cuatro parejas de dioses formadas por cuatro elementos masculinos (representados por serpientes) y sus correspondientes femeninos (representados por ranas). No podemos dejar pasar por alto aquí, que estas representaciones de serpientes y ranas, producto evidente de la observación cotidiana con respecto al Nilo, sus crecidas y sus fértiles cienos, están asociadas al nacimiento de la vida y del mundo y, en nuestro románico, al pecado de la lujuria como animales que muerden los pechos y los genitales de una mujer desnuda. Cabría preguntarse también cómo ambos animales llegaron juntos a un canecillo de la iglesia de San Juan en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda.
Canecillo de la iglesia de San Juan. Arroyo de la Encomienda, Valladolid.
Nun y Naunet, la primera pareja de demiurgos, representan el agua primigenia; Heh y Hehet al espacio infinito; Kek y Keket son la oscuridad y Nia y Niat, que posteriormente fueron sustituidos por Amón y Amonet, lo oculto. Estos ocho dioses crearon el sol dentro de un huevo fecundado en las profundidades caóticas de las aguas. Y así como después de las crecidas del Nilo, al bajar el nivel de las aguas, comienzan a aparecer pequeñas islas en las que va surgiendo la vida, los demiurgos propiciaron la aparición de una colina, “la isla de las llamas”, donde el sol se posó.
La otra versión paralela sobre el acto de la creación podría empezar a continuación de la primera: Sobre una pequeña colina primigenia rodeada por el océano primordial de Nun, Atum, “aquél que se crea a sí mismo”, escupió, o se masturbó, según versiones, creando de esta manera a Shu, el dios del aire y de la luz solar, y a Tefnut, diosa de la humedad. Shu y Tefnut crearon a Geb, la tierra y a Nut, diosa del cielo. Pero Geb y Nut están tan unidos que no puede existir nada entre ellos y por eso Re hace que Shu, padre de ambos, se coloque entre ellos impidiendo que ambos se toquen durante los 360 días que tenía el ciclo anual. Esta separación forzosa produce lástima en el dios Thot que intercede ante Re y, como consecuencia, y según algunas fuentes, éste termina concediendo cinco días de libertad a la pareja que, no solo propician con ello el año de 365 días, sino también el nacimiento de Osiris, Isis, Set y Neftis que, a su vez, serán el origen del resto del panteón egipcio, muchos de cuyos dioses estarán relacionados, de acuerdo con los principios básicos de la supervivencia de la especie, con la fertilidad agraria y humana, los embarazos, nacimientos, lactancia, etc.
Papiro con la representación de Gueb (la tierra) y Nut (el cielo).
Todas estas historias generan toda una iconografía espontánea y natural, o dicho de otra manera, desprovista de morbo con respecto a la intervención del sexo en la procreación y en el mantenimiento constante de la vida.
En cuanto al mito de Osiris, que comenzó siendo un dios relacionado con la vegetación, de todos es conocido el episodio en el que su hermano Set, acuciado por la envidia, le tiende una trampa, le asesina y arroja su cuerpo descuartizado al Nilo. Su hermana Isis, ayudada por Neftis y Tot, recupera todos los miembros menos el falo. Anubis ayuda a Isis a recomponer el cuerpo practicando lo que más adelante será parte del ritual de apertura de la boca y momificación. Luego Isis se convierte en Milano por medio de la magia y aletea sobre Osiris proporcionándole un aliento vivificador y provocando su reanimación. El espíritu del dios fecunda a la diosa que queda embarazada de Horus. Esta secuencia está magníficamente representada en una de las capillas del templo de Abydos. Curiosamente, el virtual falo de Osiris es permanentemente tocado por la mayor parte de los turistas y no pocos guías que pasan por delante, dejando a su alrededor un halo de suciedad que delata con claridad la existencia, en la actualidad, de restos de supersticiones y viejas creencias mágicas relacionadas con el asunto de la fertilidad, la buena suerte en general y todo lo relacionado con acontecimientos positivos.
Detalle de la escena de la Resurrección de Osiris acompañado a los pies por su hijo Horus y su esposa Isis en la cabecera. Capilla de Ptah en el templo de los millones de años del faraón Seti I. Abydos (Abdju). Egipto.
Posteriormente Set intentará tender una nueva trampa a Horus, hijo de Isis y Osiris, sodomizándolo para luego poder acusarlo de ser homosexual ante el tribunal de los dioses, de forma que éstos denieguen su acceso al cargo de faraón de Egipto. Pero Isis, enterada de las artimañas, consigue engañar a Set y recoger su semen que luego guarda en un plantón de lechuga para que su maligno hermano se la coma al día siguiente. En el momento del juicio contra Horus, Set invoca a su semen que, para sorpresa de todos, aparece en forma de globo flotando sobre su propia cabeza. El tribunal divino, descubierta la trampa, decide finalmente que el nuevo faraón es Horus y no Set. Como consecuencia de lo cual, Neit, su esposa, propone al consejo de los dioses que le sean concedidos a éste, como consortes, a las hijas extrajeras de Ra, Anat y Astarté, consideradas prácticamente como prostitutas, con las que mantiene relaciones sexuales anales. A partir de ese momento será peyorativamente considerado como homosexual. Será llamado “el afeminado”, es decir, Set solo es capaz de mantener una sexualidad aberrante, básicamente porque no va encaminada a su fin natural, que es la procreación, lo que implica la confirmación de un rechazo moral previo de la sociedad hacia la homosexualidad, tanto de un signo como de otro.
Estatua en piedra caliza del dios Min hallada en Coptos; Período Predinástico Tardío; Dinastía 0 (3150 a. C.) (1,77 cm. de altura). Museo de Ashmole; Oxford (Inglaterra).
Estatua en piedra caliza del dios Min hallada en Coptos; Período Predinástico Tardío; Dinastía 0 (3150 a. C.) (1,77 cm. de altura). Museo de Ashmole; Oxford (Inglaterra).
Seguimos, pues, manteniendo una línea cultural similar a períodos anteriores con respecto a la creación de la vida y su mantenimiento, la cual irá evolucionando poco a poco y por lo tanto abocada a sufrir ligeras regulaciones, de momento conceptuales. Podríamos deducir que si Atum se masturba y con ello crea vida, el onanismo ya no va a ser apreciado como malo o negativo, o el propio acto sexual, representado sin prejuicios en papiros en los que Geb y Nut se unen abiertamente para procrear a los cuatro dioses que darán origen a los demás. Pero no así la homosexualidad, como hemos dicho, que evita de una manera más o menos explícita el fin natural de la procreación, protegido, no olvidemos, por algunos dioses importantes.
En el panteón egipcio hay muchos dioses, en realidad muchos especialistas en determinados asuntos, tantos como la actividad humana necesita. Todos ellos podrían resumirse en uno solo con todos los poderes y facultades juntos, pero la especie humana siempre ha preferido distinguirlos e individualizarlos en forma de entidades divinas distintas. Un poco parecido a lo que el cristianismo hace con sus santos patrones, implicados en la protección de la enorme cantidad y variedad de actividades profesionales y humanas. A ellos se les piden favores a través de la oración, las limosnas y en muchos casos de los amuletos protectores. ¿Qué son si no las medallas, los escapularios y un largo etc.?
Pintura mural en el templo de El Derr. (Consagrado por Ramses II a Amón-Re, Re Aractes y Ptah). El propio faraón hace ofrendas a Amón-Min. Lago Nasser. Egipto.
En Egipto, según las épocas y las necesidades, y relacionados en particular con la fertilidad agraria y humana en general, podríamos citar a Taueret (Tueris) y Bes, que son protectores del embarazo; Nefertum es uno de los dioses de la fertilidad y el placer; Renenutet, mujer con cabeza de cobra, protege los graneros, las cosechas y los ciclos agrícolas y, desde la dinastía XVIII, es también la encargada de los nacimientos, de amamantar al rey y de que no falte la leche en el pecho de las lactantes; Apis, el toro, representa la potencia reproductiva; Hapi, dios del Nilo, se encarga de la fertilidad de Egipto; Heket, diosa con cabeza de rana, también protege el embarazo y además tiene poderes sobre la creación y regeneración de la vida; Nebethetepet, “Señora de la ofrenda” en referencia a la mano con la que Atum se masturbó originando la primera semilla creadora, comparte el título de “Misteriosa de la vulva” con la diosa Hathor, relacionada a su vez con Afrodita, lo cual deja bastante claras sus funciones; Nepri, que es amamantado por Renenutet, se encarga de mantener la prosperidad de los cultivos; Anukis, originariamente deidad del agua y de las crecidas del Nilo, fue más tarde diosa de la lujuria, de lo que podemos deducir que si de este asunto se encarga una diosa, no puede ser considerado demasiado malo, no en vano provoca nacimientos; Jepri, el escarabajo, llamado “El que viene a la existencia”, representación de Ra, el sol al amanecer, es el dios de la renovación periódica de la vida.
Alejandro Magno en actitud oferente ante una figura itifálica de Amón estrechamente relacionada con los conceptos de fertilidad y rejuvenecimiento. Templo de Luxor. Tebas, Egipto.
Así podríamos seguir con unos cuantos dioses más, pero no nos olvidaremos de Min, cuyo origen se remonta hasta el Período Predinástico – Dinastía 0, cuando empezamos a encontrar iconografía monumental del dios con el falo erecto sujeto por la mano izquierda. A partir de la Dinastía III (2707 – 2639 a. C.) se definen más sus funciones. Es el dios por excelencia de la fertilidad agraria, del poder creador de la sexualidad, de las cosechas, de la fuerza generadora de la naturaleza, del grano y la simiente en particular. Como dios del mundo vegetal fue conocido como “El que ha creado la vegetación para permitir que viva el ganado”. Durante el Imperio Nuevo, XVIII a XX Dinastías (1550 – 1069. a. C.), fue asociado también con la fertilidad humana, llevándose a cabo rituales y ofrendas en sus templos para propiciar los embarazos de las muchachas. Su representación itifálica, de la que ya hemos visto antecedentes en la Vieja Europa, ya nos es conocida. El falo erecto, su atributo, implica sin más el poder de crear vida, lo cual define a Min, más que como un dios, que lo es, como la función y poder más importante del dios principal. Obviamente, el que tiene poder para crear la vida, también lo tiene para conservarla o destruirla, y por esto algunos amenazantes animales guardianes exhibirán los agresivos atributos de Min en el cumplimiento de sus funciones. El falo del dios también será utilizado no solo como amuleto de fertilidad, sino además como protector contra todo tipo de males y enemigos.
Papiro del Libro de los Muertos con la escena del pesaje del alma o psicostasia en el capítulo 125. Copia del original que se conserva en el Museo Británico. Londres.
Por lo tanto vemos cómo las normas morales en relación con la lujuria y el sexo van aflorando, primero a través de los mitos, reseñados y narrados en los muros de los templos, y luego en los papiros, en particular en el “Libro de salir al día” o “Libro de los Muertos”, en cuyo capítulo 125, donde el difunto hace su confesión en la sala del juicio ante el tribunal de Osiris, se puede leer, al margen de la gran variedad de ejemplares y traducciones, enunciados como éste del papiro de Nu:
No forniqué en los lugares santos del dios de mi ciudad.
No tuve comercio con una mujer casada.
No fui depravado (homosexual) ni pederasta.
Y en la misma dirección la confesión negativa del papiro de Any:
No he actuado con lujuria.
No he dormido con el marido de otra mujer.
No me he corrompido a mi misma.
No he fornicado.
Lo mismo ocurre en el capítulo correspondiente del Libro de los Muertos del faraón Neferkare, el cual, en su declaración negativa, espera que le sea tenido en cuenta el “no haber cometido el pecado de sodomía”.
Como es sabido, esta confesión ante los dioses y la balanza de Maat en la sala del juicio, permite a la persona difunta sortear el primer obstáculo importante en su periplo por el mundo subterráneo. La famosa escena de la psicostasia será uno de los más interesantes patrones iconográficos del románico. La nada desdeñable relación de pecados del libro egipcio quedará muy bien resumida posteriormente en las tablas de la ley que Yahveh dio a Moisés en el monte Sinaí; y mucho más adelante, justo antes de la etapa del románico, surgirán los Libros Penitenciales, que alargarán mucho más la nómina de trasgresiones.
Reconstrucción parcial del Papiro de Turín procedente del poblado de los artesanos de Deir el-Medina. Tebas Oeste. Egipto.
En cuanto a las representaciones relacionadas con la actividad sexual, disponemos de muchos ejemplos que vienen a demostrar que la sociedad egipcia se movía dentro de unos márgenes morales amplios, tal vez a causa de una relación muy directa con la naturaleza en cuanto a sus modos de vida y con la apreciación clara de que la sexualidad era un placer de signo muy positivo.
En ocasiones encontramos los ejemplos en papiros como el de Turín, encontrado en Deir el Medina (Tebas Oeste), en el poblado de los artesanos, constructores de las tumbas del Valle de los Reyes y el de las Reinas. No es tampoco habitual ver escenas tan explícitas y al mismo tiempo dibujadas con un aire tan desenfadado e incluso cómico. Se trata de un burdel con varias parejas en plena actividad. Algunos textos (en hierático) entre las escenas nos van dando cuenta de lo que pasa: Una de las muchachas es identificada como cantora al servicio de la diosa Hathor, diosa del amor entre otras cosas; otra le dice a su compañero: “Ven y penétrame por detrás… acércate, no tengas miedo, lo pasaremos bien…”
Ostraca con una bailarina. Poblado de los artesanos de Deir el Medina. Tebas Oeste Egipto.
Otras veces veremos representaciones en ostracas, también procedentes del mismo lugar. La temática es la misma que la del papiro de Turín: posturas eróticas muy probablemente copiadas del natural por algún dibujante en el propio burdel cuya existencia está bien documentada en algunos papiros encontrados en la zona.
Importantes fueron también la gran cantidad de amuletos, tanto masculinos como femeninos y parejas copulando que circulaban entre la población. Todos ellos se usaban para proteger la capacidad reproductiva de la pareja, y a veces se combinaba su uso con filtros y fórmulas mágicas para potenciar aun más la fertilidad, costumbre que traspasó fronteras geográficas y culturales.
Por otro lado es necesario considerar el hecho de que la patria potestad entre la población egipcia correspondía a la madre, pero si ésta fallecía, el derecho pasaba, no al padre, sino a algún miembro masculino de la familia de la difunta, preferiblemente un hermano, que sería quien mantenía con seguridad la consanguinidad o línea de sangre. Esto nos da idea de la relativa frecuencia con la que se tenían relaciones y por consiguiente hijos, con otras mujeres distintas a la propia. Es decir, se sabía quién era la madre, pero la certeza con respecto al padre estaba más en la cuerda floja, valga la expresión.
De alguna de estas escenas que acabamos de repasar se deduce que no siempre se practicaba el sexo con afán reproductivo, sino que también el placer podía constituir un fin en sí mismo; en algunos textos incluso se describen fórmulas a base de hierbas para abortar o evitar el embarazo. Desviar el camino hacia el placer, a pesar de no ser el ideal de moralidad, no era visto con demasiada preocupación por nadie, pero sí con algunas desviaciones como la necrofilia que algunos embalsamadores practicaban, suponemos que no con demasiada frecuencia, con algunos cadáveres de muchachas jóvenes, por lo que a veces se retrasaba algunos días la entrega de los cuerpos para ser embalsamados.
Grupo de mujeres tocando instrumentos en la celebración de «la Bella fiesta del Valle». Pintura mural en la tumba de Nakht. XVIII Dinastía correspondiente al Imperio Nuevo (1490 a.C.). Qurna, Tebas Oeste. Egipto.
La zoofilia era otra de las modalidades sexuales no demasiado bien vistas y suponemos que, como en el caso anterior, no muy frecuentes tampoco, aunque sí hay algunos textos concretos que narran la historia de un minero, el cual amenaza a todo aquel que le robe las piedras recién extraídas de la mina, con ser violado por un asno, lo mismo que su mujer. En algún otro relato se describen también escenas de coitos entre babuinos y asnos con muchachas.
Por lo que respecta a la vida sexual de la realeza5, es obvio que era más fácil y satisfactoria que para el resto de los mortales, pero no por ello más representada. Podríamos poner ejemplos de alguna referencia iconográfica o literaria más o menos sublimada o poco explícita, desde el punto de vista descriptivo, y poco más. Desde el lado de la ética está claro que los incestos, habituales entre las distintas familias reales, quedaban fuera de cualquier consideración moral al estar justificados por la necesidad de mantener la mayor limpieza de sangre posible en la línea sucesoria, la cual habría de garantizar la consanguinidad del dios con el faraón. Esto era imprescindible para justificar legalmente el acceso de un faraón al trono.
En “las palabras de dios” (medu necher), para los griegos “jeroglíficos”, tampoco podía faltar el icono fálico, aunque poco se puede añadir de interés que no sea su propio significado, incluido como ideograma determinativo en la formación de los conceptos hombre, macho y toro, según los casos, aunque en el Imperio Antiguo este grafismo se empleó solamente para significar el órgano masculino.
Hay sólo 1 comentario.
Hello, Neat post. There’s a problem along with your web site in internet explorer, might test this?K IE nonetheless is the marketplace chief and a big section of folks will miss your magnificent writing due to this problem.
http://www.borvestinkral.com/